Una explosión en una planta de energía es uno de los peores desastres ocupacionales que puede suceder en cualquier industria, y por lo general, a su paso crea una tragedia de enormes proporciones. Estos desastres casi siempre pueden evitarse ya que a menudo se deben a la negligencia de la empresa o del trabajador. Pudiera pensarse que éstas son algunas de las instalaciones mejor mantenidas y controladas en el país, pero la realidad es muy diferente. De hecho, algunas de estas instalaciones utilizan tecnología que tiene décadas de antigüedad y está en mal estado.
Cuando se produce una explosión en una planta de energía, por lo general debido a una falla en el calor, a un incendio o a la gestión eléctrica de la instalación. El consumo de grandes cantidades de combustible genera una gran cantidad de calor, que debe ser dispersado de forma segura para que no provoque un incendio. Si el equipo de material o el equipo de la gestión del calor están viejos o dañados, puede causar una acumulación de calor o una chispa, provocando así una conflagración.
Normalmente, no hay ninguna advertencia antes de que se produzca uno de estos desastres, tomando desprevenidos a los trabajadores que están cerca. Son comunes las quemaduras y serios traumas físicos, como lesiones cerebrales traumáticas (LCT), que pueden dejar a un trabajador en discapacidad de por vida. Las LCT son particularmente problemáticas, porque pueden tener efectos impredecibles sobre una persona. Incluso las lesiones cerebrales traumáticas leves pueden hacer que a una persona le sea muy difícil concentrarse durante muchos meses después de la lesión. Las LCT graves pueden quitarle a un individuo su capacidad para hablar y pensar con claridad, por lo que le es casi imposible vivir sin algún tipo de apoyo, y mucho menos volver a trabajar.
Por lo general, la negligencia está en la raíz de estos incidentes, por lo que las empresas normalmente pagan millones en los acuerdos de los trabajadores y sus familias. Un abogado especializado en lesiones puede ayudar a un trabajador herido para que presente una demanda contra un empleador, y asegurarse de que sea escuchado en la sala del tribunal.