La distrofia simpática refleja es una de las condiciones más frustrantes que una persona puede experimentar, y casi siempre es consecuencia de una lesión. Los médicos y los investigadores no están exactamente seguros de la causa de la enfermedad, y la mejor explicación es que una lesión provoca algo parecido a una reacción alérgica, y el cuerpo reacciona al trauma de una forma impredecible y altamente perjudicial. Es una condición sistémica, por lo que puede afectar cualquier órgano o parte del cuerpo, aunque hay algunas características que distinguen a esta enfermedad.
La hinchazón severa, el dolor crónico, la pérdida del uso de las extremidades y la reducción del flujo sanguíneo son signos comunes del síndrome de dolor regional complejo. También, con frecuencia, se observa rigidez en las articulaciones, espasmos musculares, pérdida de masa ósea, y reacciones muy dolorosas a estímulos suaves como el agua o el viento.
La condición es muy difícil de tratar, especialmente si el tratamiento no se inicia en los primeros meses. El cerebro se adapta rápidamente al nuevo estado del cuerpo, y puede ser difícil revertir la agonía en estas víctimas si el cerebro no se reeduca rápidamente. Como tal, el tratamiento abarca todo un espectro de opciones, y consiste en terapia física y psicológica, medicamentos, y posiblemente cirugía que puede ser extensa. Por desgracia, hay poca investigación que fundamente cualquier tipo de tratamiento, por lo que atacar la enfermedad es una experiencia cara y agotadora.
Y, en muchos casos, la enfermedad es consecuencia de accidentes – a menudo accidentes de vehículos – que pueden prevenirse completamente si se conduce con cuidado. La distrofia simpática refleja también es común en los accidentes de trabajo y por negligencia médica.