Es una tragedia terrible que puede evitarse, y cuando un conductor alcoholizado mata a una persona, debe ser responsabilizado por sus acciones imprudentes. Un motorista alcoholizado está infringiendo la ley por el solo hecho de estar conduciendo un vehículo, y si su negligencia provoca una lesión fatal, se enfrentará a consecuencias penales muy serias. Sin embargo, una familia también puede presentar una demanda civil contra el automovilista, aunque sólo sea para ayudarla a suavizar el impacto financiero producido por la ausencia de un ser querido.
Las finanzas son lo que menos está en la mente de una familia cuando ha perdido a un ser querido, pero las familias que se enfrentan a tal tragedia, a menudo, tienen que hacer frente a gastos que se van acumulando y, en algunos casos, a la pérdida de ingresos. Cuando un conductor alcoholizado le quita la vida al sostén principal de una familia, le quita la seguridad de la familia, además de su cuidado, la tranquilidad, la orientación, y la compañía, cosas que no tienen precio. Si bien es imposible que un abogado pueda poner un valor al apoyo emocional que un padre o un cónyuge brinda, necesita hacerlo para asegurarse de que la familia reciba la compensación que le corresponde.
En cuanto a la responsabilidad, los automovilistas alcoholizados casi no tienen ningún argumento para defenderse, porque estaban violando la ley penal en el momento del accidente. Sin embargo, los establecimientos responsables de vender alcohol y cualquier persona responsable de haber prestado un vehículo al conductor también pueden ser demandado, y esto aumentará las posibilidades de que una familia pueda obtener un acuerdo favorable.
No hay nada peor que la pérdida de un ser querido, pero un abogado hará todo lo posible para asegurarse de que una familia puede recuperarse sin tener que preocuparse por su economía.