Un choque frontal es el accidente que los conductores siempre deben tratar de evitar. No sólo estos choques son extremadamente letales, también pueden evitarse, siempre y cuando todo el mundo está prestando atención mientras conduce. Estos accidentes no son como otros porque la fuerza involucrada se multiplica, e incluso una pequeña diferencia de peso entre los dos vehículos puede significar un desastre para algunas de las víctimas involucradas. Sin embargo, a pesar de que estos accidentes ocurren repentinamente y pueden confundir o lesionar gravemente, es importante responder adecuadamente cuando se producen.
Es importante recibir atención médica y que la policía levante un informe cuando ha ocurrido una colisión frontal. La adrenalina puede estar muy alta pero, una vez que desaparece, lesiones que no fueron notadas en un principio pronto se harán evidentes. El desgarre cervical es muy común en casos de accidentes que involucran mucha fuerza, y también son frecuentes las lesiones cerebrales traumáticas (LCT). Si es posible, asegúrese de contar su versión de los hechos a la policía, dado que es probable que el otro conductor trate de echarles la culpa a los demás. Si es posible, haga un esfuerzo por recordar los acontecimientos y los hechos, y conserve el historial completo de todos los registros médicos.
A menudo, estos accidentes implican un golpe doble para la víctima, ya que pueden causarle lesiones graves y dejarlo sin vehículo, por lo que no tendrá salud ni los medios para llegar al trabajo. Es por eso que las víctimas deben pensar en buscar orientación jurídica después de un accidente para poder evaluar las posibilidades de recibir una compensación.