Con el tiempo, las articulaciones pélvicas se desgastan debido a la edad o a una lesión y el reemplazo de dichas articulaciones mediante el uso de implantes de cadera de Depuy y Stryker ha sido una opción popular entre los pacientes y cirujanos. Más de 500,000 procedimientos se realizan cada año y los problemas musculo esqueléticos son la principal causa de dolor crónico y discapacidad física. Sin embargo, estos implantes cuentan con retiros del mercado que se han relacionado con varias complicaciones graves que pueden afectar aún más la calidad de vida.
Este sector de la industria médica acumula más de $250 mil millones en gastos cada año y como la sociedad en los EE.UU. continúa envejeciendo más y más, el reemplazo de pelvis se volverá más importante. Las prótesis de cadera de Depuy y Stryker son conocidas como implantes de reemplazo total de la articulación o TJR (por sus siglas en inglés). Tienen el propósito de funcionar como articulaciones reales y generalmente están hechos de una combinación de metales, cerámica y polietileno. Hay tres segmentos principales del dispositivo – la copa acetabular, el componente femoral y la interfaz articular. La copa acetabular es la parte del implante que va en el acetábulo. El componente femoral se une al hueso del muslo y la interfaz articular es el área en donde se conectan estas dos partes.
Todos los reemplazos articulares tienen un cierto grado de riesgo, pero las prótesis de cadera de Depuy y Stryker están siendo retiradas del mercado por un número inusualmente alto de incidentes. Muchas de estas complicaciones adicionales han obligado a los pacientes a someterse a una segunda cirugía para arreglar los problemas originados con dispositivos de metal sobre metal. Estos problemas pueden incluir trombosis venosa, dislocación (que es la complicación más común después del reemplazo), osteólisis, sensibilidad al metal o toxicidad, longitud dispareja de las piernas, parálisis del nervio o dolor crónico. La osteólisis es la pérdida ósea causada por micro fragmentos de polietileno que se separan del implante. Estas limaduras inflaman la zona y evitan la resorción ósea, que es un proceso que el cuerpo utiliza para descomponer y construir el hueso de nuevo.
Los dispositivos de metal sobre metal pueden desgastarse muy ligeramente con el tiempo, depositando partículas de metal en el área. Un paciente con sensibilidad a estos dispositivos puede experimentar una reacción inmune del tipo alérgico. Esto puede resultar en que las masas orgánicas se acumulen en el área y se aten con tejido necrótico. Estas preocupaciones pueden requerir una segunda cirugía para mitigar el problema, y de hecho los implantes de cadera de Depuy y Stryker han requerido un elevado número de cirugías de revisión. Específicamente, una de cada ocho personas que recibieron el dispositivo requirió una cirugía de revisión para corregir problemas asociados con el reemplazo.
El sistema de reconstrucción superficial de cadera ASR ha sido retirado del mercado por la compañía junto con el sistema acetabular ASR XL, lo que incluye alrededor de 93,000 unidades y 29 modelos diferentes. Los productos restantes de este fabricante han sido retirados del mercado y ya no están disponibles para los pacientes.
Cualquier persona que haya recibido un implante de cadera de Depuy y Stryker y que haya experimentado cualquiera de las complicaciones mencionadas anteriormente debe ponerse en contacto con un abogado de lesiones personales para saber cuáles son sus opciones con respecto a una indemnización. Debido a que esto involucra daños colectivos (los daños colectivos es un error o acto ilícito cometido por una parte que afecta a muchas personas), decenas de personas ya han presentado demandas contra la compañía. Un asesor legal experimentado puede guiar al cliente a través de todo el proceso y ayudarlo a recibir la máxima indemnización por su dolor y sufrimiento.