Hace poco tiempo, se conoce el vínculo entre Zofran y los defectos de nacimiento, lo que es alarmante porque el medicamento se les ha recetado a mujeres embarazadas durante muchos años. Estas prescripciones nunca debieron haberse hecho porque el medicamento nunca fue aprobado para que fuera usado por las mujeres embarazadas. Sin importarle, GlaxoSmithKline, el fabricante del medicamento, ha hecho un trabajo eficaz para comercializar el producto entre los médicos para que lo receten fuera de lo autorizado. Investigaciones recientes, sin embargo, han puesto al gigante farmacéutico bajo el fuego, y, probablemente, se enfrentará a demandas de miles de millones antes de que todo se resuelva.
Dos estudios en particular han demostrado la relación entre Zofran y los defectos de nacimiento. Uno, publicado por el Centro de Investigación de los Defectos de Nacimiento y su Prevención, demostró el doble de riesgo de labio leporino y paladar hundido en niños expuestos al medicamento durante su desarrollo. El segundo involucró un estudio de 900.000 mujeres danesas embarazadas, y llegó a la conclusión de que el medicamento también duplicó las probabilidades de malformaciones cardíacas. Estas complicaciones son graves y, por lo general, requieren de una cirugía costosa para corregir el defecto. Y en algunos casos, las malformaciones cardíacas pueden pasar desapercibidas hasta que la vida del niño corra peligro por su causa.
GlaxoSmithKline ya ha tenido que pagar una indemnización de $3 mil millones al Departamento de Justicia por la comercialización engañosa e ilegal. Ahora, muchas familias están presentando demandas contra la compañía por su deficiente investigación sobre cuestiones de seguridad y por la comercialización imprudente del producto. Se le pide a toda familia afectada por el medicamento a presentarse y reclamar justicia por el sufrimiento de su hijo.
