Un accidente por conducir ebrio nunca debería suceder simplemente porque se conocen muy bien los riesgos. Hay otras opciones para llegar a casa, y otras personas pueden hacerse cargo de sus amigos y de su familia y asegurarse de que nadie se ponga detrás del volante en estado de ebriedad. Cuando un accidente ocurre, por lo general se trata de alguien que ha estado violando la ley desde hace bastante tiempo. De hecho, el CDC ha estudiado el problema y encontró que en el momento en que alguien ha sido detenido por un DUI o DWI, se han desafinado del problema, en promedio, 80 veces. Hasta que estos delincuentes imprudentes puedan ser capturados con más regularidad, los accidentes graves seguirán ocurriendo, y personas inocentes seguirán siendo lesionadas.
Cuando se produce un accidente por conducir ebrio, suele ser bastante fácil probar quien es el responsable, pero presentar una demanda puede ser más complicado. Una víctima también puede presentar una demanda contra un negocio que sirve alcohol o en contra de alguien responsable de la parte demandada. Esto puede complicar una demanda significativamente, y una víctima puede tener problemas para tener todo a la mano. Además, la víctima generalmente tiene que lidiar con las compañías de seguros que son muy agresivas, las que buscarán que la víctima llegue a un arreglo magro para evitar una demanda. Casi siempre esto es una mala idea y no protege a una víctima que debe recibir atención médica en el largo plazo.
Los abogados con experiencia saben los gastos que le esperan a alguien que haya sido herido gravemente en un accidente, y lucharán para obtener la compensación necesaria para cubrir los daños y perjuicios. Muchos prefieren seguir adelante después de un accidente, pero las víctimas tienen el derecho a recibir una compensación integral, y deben considerar seriamente que necesitan hacer valer este derecho.
