Mientras que se cuentan de a miles los heridos cada año como resultado de los accidentes por defectos de los neumáticos, las demandas presentadas dentro de las leyes de responsabilidad de productos están aumentando. La Administración Nacional de Transporte y Seguridad trabaja con ahínco para retirar los productos del mercado cuando es necesario y para maximizar los estándares de seguridad. Sin embargo, muchas veces los neumáticos defectuosos pasan desapercibidos. En este caso, la tracción del vehículo se ve afectada en gran medida lo que puede dar lugar a accidentes y / o volcaduras graves e incluso mortales.
Si los neumáticos no tienen suficiente banda, la pared lateral o la banda puede separarse, o perder presión de aire inesperadamente, y entonces el conductor puede perder el control del vehículo poniendo en peligro la vida de las personas dentro y fuera del vehículo. El problema puede responder a un error de fabricación, un diseño inadecuado, a la ausencia de advertencias de seguridad, o a un mantenimiento y reparación inadecuados a cargo de una agencia de postservicio. Además, es clave considerar la antigüedad del producto, ya que el caucho tiene una vida de hasta 10 años cuando está en un vehículo y 6 años si no es utilizado.
Cuando se produce una lesión o la muerte como consecuencia defectos de los neumáticos, los casos se pueden presentar y se puede probar que el producto era “excesivamente peligroso” y, por lo tanto, la causa directa de accidente. En muchos casos, se toman medidas contra el fabricante debido a que debe ser total su compromiso con la seguridad de los clientes. Un abogado con experiencia en este tipo de demandas podrá determinar la validez del caso, así como si cae dentro de las limitaciones de tiempo establecidas a nivel estatal. El abogado obtendrá las pruebas necesarias, la documentación sobre el accidente, y le brindará el asesoramiento adecuado para probar la negligencia. Se tendrá que probar que el producto no ha sido alterado antes del incidente.
Generalmente, la compensación se concederá como una indemnización compensatoria para cubrir los ingresos perdidos, los gastos médicos, y el dolor y el sufrimiento, así como los daños punitivos para garantizar que se corrija la imperfección, y la parte negligente tendrá que rendir cuentas.