Desafortunadamente, los accidentes de bicicleta son comunes en las carreteras estadounidenses, ya sea por la negligencia de los conductores o por el mal funcionamiento de los vehículos. Cuando los ciclistas comparten la carretera con vehículos mucho más grandes, un accidente puede convertirse rápidamente en algo devastador, o incluso mortal.
Un conductor distraído o negligente es, por lo general, el responsable de este tipo de situaciones, porque no obedece las leyes de tránsito o no toma en cuenta adecuadamente a los ciclistas, especialmente en las intersecciones. Esto trae como consecuencia de que muchos automovilistas sean rápidamente considerados responsables de los daños y las lesiones, sin embargo, hay situaciones en las que ninguna de las partes es responsable del incidente. Por ejemplo, si los caminos no son aptos para conducir o si la señalización no es la adecuada, la ciudad puede ser una de las partes culpables. Además, cuando uno de los vehículos no funciona bien y causa el accidente, la responsabilidad puede recaer en el fabricante.
Los accidentes de bicicleta pueden causar una variedad de lesiones en el ciclista, y algunas discapacidades pueden ser permanentes. Los traumatismos en las extremidades, incluyendo la cabeza, la cara y el cuello, se encuentran entre los más comunes. Estos pueden variar en gravedad que van desde abrasiones simples, hasta tener grava y escombros incrustados en la piel y el cuerpo, lo que requiere de un tratamiento especial. Las fracturas de huesos, especialmente en las costillas, los brazos y las piernas también son muy comunes en los accidentes de ciclistas. Las lesiones más traumáticas son aquellas en el cerebro, y, si bien un casco puede evitar una gran cantidad de daños, no puede proteger a los ciclistas en los accidentes más peligrosos. Dado que, pueden llegar a tener que pagar cuentas médicas para cubrir el tratamiento de estas lesiones durante mucho tiempo en el futuro, muchas víctimas consultan con un abogado especializado en lesiones personales.
